martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 6 - 2ª parte.


  Mientras tanto, Eric tenía sus propios problemas. Él no tenía ninguna excusa, Danni era prácticamente un crío pero él… había sido hace un mes, no más.
  “Pleno Agosto. Sus padres habían decidido irse de vacaciones al pueblo de su abuela. Eric había suplicado para que lo dejaran quedarse solo en casa o en casa de James, ya que Danni también estaba ahí. Pero nada. Había que ir a un pueblo de treinta casas. Era deprimente. Y eso que al comenzar el verano había decidido pasárselo de muerte. Al fin y al cabo era el último verano que iba a ir al instituto. Luego todo sería diferente.
  Iba paseando por el mini pueblo, aprovechando las últimas horas de sol.
-Que pensativo… -dice una voz a su espalda. Se gira.
-¡Sarah! ¿Qué haces aquí? –le da un abrazo a la chica. Ella se encoje de hombros.
-He venido con mi hermana Nora –explica- Los padres de su novio viven aquí y han venido a visitarlos.
-¿Y por qué has decidido venir? –pregunta.
-Bueno, han decidido decirle a los padres de George que Nora está embarazada y… que van a tener al bebé sin casarse. Quería apoyo moral –se encoje de hombros.
-Pero hay muchas parejas que lo hacen –pone cara de no entender.
-Ten en cuenta que este pueblo sigue igual que hace trescientos años –le explica- Aquí la gente es muy cerrada para estas cosas. Cuando han empezado los gritos he salido de la casa… esa mujer estará mayor pero energía no le falta y ha cogido una escoba –pone cara de terror. El chico se ríe.
-¿Y Ashley?
-La escuché gritar cuando la señora empezó a golpear a George con la escoba –ríe.
-Dios, ¿y no has ayudado? –se extraña.
-¿Y que me pegase a mí también? No, gracias… ¿tú por qué estás aquí? –pregunta.
-Hemos venido a ver a mi abuela –dice aburrido –Pero ahora que sé que vosotras estáis aquí, me aburriré menos.
-Yo no contaría con Ashley, está entusiasmada con todo lo que puede pintar –rueda los ojos –No sé qué tiene de bonito un botijo.
  El chico vuelve a reírse.
-Sin Ashley entonces. ¿Quieres dar una vuelta?
-Claro –sonríe.
  Y así, durante unas semanas, todas las tardes se reunían para pasear, charlar y reír. A veces se encontraban a Ashley pintando y se quedaban un rato con ella. Otras se dedicaban a investigar un pequeño bosquecillo que había al lado del pueblo. En uno de esos días, se encontraban sentados a la sombra de un árbol del bosque mientras charlaban.
-Vaya… me acabo de dar cuenta… me voy dentro de tres días –dice Eric.
-Yo me voy mañana –informa la chica.
-¿Mañana? ¿Me dejas solo? ¡Qué traidora! –dice riéndose.
-Oye, oye, que yo llevaba aquí una semana antes de que tú vinieses –se pica en broma.
-Como si me hubieses echado de menos…- ríe.
-¿Y si te digo que sí? –lo mira a los ojos con intensidad.
-¿La gran Sarah Andrush me está diciendo que necesitaba a alguien? –se burla.
-No te he dicho que te necesite, te he dicho que te echaba de menos –sigue con la misma mirada. Eric empieza a ponerse nervioso.
-Pero si tú y yo apenas hablamos… normalmente hablo sólo con Lucy –traga saliva.
-¿Y qué? A mí me caes bien, ¿yo no te caigo bien?
-Sí, sí, pero te he conocido mejor este verano… antes me parecías una loca que sólo pensaba en saltarse las normas, ropa, chicos, esas cosas –se sincera.
-¿Qué piensas ahora?- pregunta curiosa.
-Pues que eres amable, simpática, divertida, que estás más loca de lo que yo pensaba, te gusta mucho divertirte, eres inteligente y… no te importa mancharte la ropa viniendo al campo –suelta una carcajada que la chica acompaña.
-Vaya, tenías una opinión de mí bastante superficial ¿no?
-Un poco sí –admite poniéndose rojo.
-¿Te gustaría conocerme más? –pregunta gateando sensualmente hacia él.
-¿C-cómo?- pregunta con dificultad.
-Así –susurra antes de inclinarse a besarlo. Eric ya ha besado a muchas chicas, pero nunca ha tenido un beso como ese. Normalmente son tranquilos, dulces y los lleva él. Ahora es Sarah la que lleva todo el control y no se puede decir que tenga demasiado. Es un beso salvaje, apasionado, que le está haciendo perder la poca capacidad de razonamiento que le queda.
-Deberíamos… parar… -dice cuando se paran a coger aire.
-¿Por qué? –pregunta desconcertada -¿Acaso quieres que lo dejemos aquí?
-Es que no… yo no… tengo nada… de… bueno eso –dice poniéndose rojo otra vez.
-¿Eres virgen? –pregunta con los ojos como platos.
-No, pero bonita reacción –le reprocha.
-No, no, es que bueno, tú, Danni y mi primo habéis estado con muchas chicas por eso me extrañaba, no es que fuese nada malo –explica -¿A qué te referías entonces?
-Que no tengo protección –explica.
-Ah, eso –dice restándole importancia. Saca su cartera del bolso. De uno de los compartimentos para los billetes, saca un preservativo –Problema resuelto, ¿alguno más?
-¿Tú no eres virgen?
-Antes me has dicho que pensabas que yo me preocupaba por los chicos… ¿por qué iba a ser virgen entonces?
-Nunca te he visto con un novio fijo –responde.
-Ni yo a ti con una chica- contesta a su vez.
  Eric se queda sin saber qué decir. La verdad es que está teniendo una actitud algo machista en este momento. Sacude la cabeza para alejar esos pensamientos. Pues claro que no es virgen… es una chica guapísima, con  un cuerpo de escándalo, divertida, inteligente… ¡como si ese tipo de chicas abundasen!
-Si te quedas más tranquilo te diré que sí soy virgen –se sincera.
-¿Y por qué no lo has dicho desde el principio? –la chica se encoje de hombros -¿Seguro que quieres esto entonces?
-Eric, ¡me gustas! No le des tanta importancia ¿vale? Tú me gustas, yo sé que te gusto, ¿no es eso lo importante para tener relaciones? ¿Qué la otra persona te guste? –empieza a desesperarse.
-Técnicamente lo que se necesita es amor –se burla.
-Eric… -lo mata con los ojos. El chico sonríe, la atrae hacia sí y la besa otra vez. Y allí mismo, entre los árboles, ambos terminan su verano. “
  El moreno sonríe al recordar lo vivido. Pero vuelve a ponerse serio cuando recuerda las veces que ella lo llamó y él no le cogió el teléfono. Y para una vez que lo hizo, ahora desearía no haberlo cogido nunca:
“El teléfono había sonado ya tres veces esa mañana. El día anterior tuvo 23 llamadas de ella. Suspira. ¿Qué hacer? Lo del bosque fue genial, para qué negarlo… y ella le gusta muchísimo… pero hay dos inconvenientes. El primero es James, por supuesto. Si le cuenta lo que le hizo a su prima lo mata. James es muy protector, no quiere que ellas salgan con nadie. Ha sido una traición en toda regla. Además hay ciertas normas que un amigo debe respetar. Una de ellas es no acostarse con las hermanas o familiares de tu amigo. Y Sarah es prácticamente su hermana… El otro motivo no quiere ni pensarlo. No podría exponerla a eso… no podría ver su cara de horror y asco. No en la de ella, le gusta demasiado… además, ya lo ha vivido antes. Las chicas no quieren estar con él después de que les cuente eso…
  Mientras piensa el móvil ha sonado dos veces más. Y otra vez vuelve a sonar. Toma una decisión y lo coge.
-Hola –dice.
-Oh, ah… Eric… no esperaba que lo cogieses –suena su voz.
-¿Para qué llamas entonces si no esperas que lo coja? –dice con sequedad. La chica se queda callada un momento.
-Quería hablar contigo –contesta sencillamente –Sobre lo que pasó… como me vine y no… te despediste ni nada… creía que habíamos quedado para vernos por la mañana…
-Sí, ya, pero… bueno yo quería decirte… mira es mejor dejarlo como está ¿no crees? Sólo fue lo que fue, no hay que darle más importancia –cierra los ojos con fuerza esperando una fuerte reacción por su parte… reacción que… no llega.
-¡Oh! Bueno, no es lo que quería oír, pero sí, bueno, no debería esperarme otra cosa viniendo de quien viene… -razona.
-Sarah, lo siento, no debí hacerlo, fue estúpido por mi parte y eres genial, no te lo mereces y…
-Eric para… no… no quiero escuchar eso ¿sabes? No importa en serio… lo dejamos así vale… ya… ya nos veremos en el instituto –y cuelga sin esperar. Eric tiene un nudo en la garganta. ¿Se lo habría imaginado? Nunca en los seis años que llevaba conociéndola… nunca la había oído tan afectada como en ese momento… y sobre todo… nunca la había oído sollozar…”
  El moreno se frota la frente con los dedos. Mira hacia adelante. Su cabellera rubia destaca al lado de la pelirroja de su amiga. Suspira fuerte.
-¿Tiene algún problema señor Johnson? –Drake se ha acercado a él y lo mira con odio.
-No, señor –responde algo intimidado.
-Entonces no le importará contestar a la pregunta que he hecho, ¿no es así? –camina para situarse al frente de la clase.
-Lo siento señor, no estaba atendiendo…
-¡Ah! ¿No estaba atendiendo? Lo sé perfectamente señor Johnson –dice –Si le vuelvo a pillar desprevenido, tendré que pedirle que salga del aula –y antes de que pueda responder, vuelve a lo que estaba explicando.
-Tío –susurra Danni –Estaba muy simpático y de repente, se ha vuelto un borde…
-¿No le habrás gastado una broma sin nosotros no? –pregunta James. Eric niega con la cabeza.
-¿Entonces qué le pasa a Smith contigo? –los tres se sumen en sus pensamientos de nuevo. Drake siempre se había llevado muy bien con los chicos. Incluso les daba ideas para algunas bromas… ¿es que no se acordaba de ellos?

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