martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 6 - 2ª parte.


  Mientras tanto, Eric tenía sus propios problemas. Él no tenía ninguna excusa, Danni era prácticamente un crío pero él… había sido hace un mes, no más.
  “Pleno Agosto. Sus padres habían decidido irse de vacaciones al pueblo de su abuela. Eric había suplicado para que lo dejaran quedarse solo en casa o en casa de James, ya que Danni también estaba ahí. Pero nada. Había que ir a un pueblo de treinta casas. Era deprimente. Y eso que al comenzar el verano había decidido pasárselo de muerte. Al fin y al cabo era el último verano que iba a ir al instituto. Luego todo sería diferente.
  Iba paseando por el mini pueblo, aprovechando las últimas horas de sol.
-Que pensativo… -dice una voz a su espalda. Se gira.
-¡Sarah! ¿Qué haces aquí? –le da un abrazo a la chica. Ella se encoje de hombros.
-He venido con mi hermana Nora –explica- Los padres de su novio viven aquí y han venido a visitarlos.
-¿Y por qué has decidido venir? –pregunta.
-Bueno, han decidido decirle a los padres de George que Nora está embarazada y… que van a tener al bebé sin casarse. Quería apoyo moral –se encoje de hombros.
-Pero hay muchas parejas que lo hacen –pone cara de no entender.
-Ten en cuenta que este pueblo sigue igual que hace trescientos años –le explica- Aquí la gente es muy cerrada para estas cosas. Cuando han empezado los gritos he salido de la casa… esa mujer estará mayor pero energía no le falta y ha cogido una escoba –pone cara de terror. El chico se ríe.
-¿Y Ashley?
-La escuché gritar cuando la señora empezó a golpear a George con la escoba –ríe.
-Dios, ¿y no has ayudado? –se extraña.
-¿Y que me pegase a mí también? No, gracias… ¿tú por qué estás aquí? –pregunta.
-Hemos venido a ver a mi abuela –dice aburrido –Pero ahora que sé que vosotras estáis aquí, me aburriré menos.
-Yo no contaría con Ashley, está entusiasmada con todo lo que puede pintar –rueda los ojos –No sé qué tiene de bonito un botijo.
  El chico vuelve a reírse.
-Sin Ashley entonces. ¿Quieres dar una vuelta?
-Claro –sonríe.
  Y así, durante unas semanas, todas las tardes se reunían para pasear, charlar y reír. A veces se encontraban a Ashley pintando y se quedaban un rato con ella. Otras se dedicaban a investigar un pequeño bosquecillo que había al lado del pueblo. En uno de esos días, se encontraban sentados a la sombra de un árbol del bosque mientras charlaban.
-Vaya… me acabo de dar cuenta… me voy dentro de tres días –dice Eric.
-Yo me voy mañana –informa la chica.
-¿Mañana? ¿Me dejas solo? ¡Qué traidora! –dice riéndose.
-Oye, oye, que yo llevaba aquí una semana antes de que tú vinieses –se pica en broma.
-Como si me hubieses echado de menos…- ríe.
-¿Y si te digo que sí? –lo mira a los ojos con intensidad.
-¿La gran Sarah Andrush me está diciendo que necesitaba a alguien? –se burla.
-No te he dicho que te necesite, te he dicho que te echaba de menos –sigue con la misma mirada. Eric empieza a ponerse nervioso.
-Pero si tú y yo apenas hablamos… normalmente hablo sólo con Lucy –traga saliva.
-¿Y qué? A mí me caes bien, ¿yo no te caigo bien?
-Sí, sí, pero te he conocido mejor este verano… antes me parecías una loca que sólo pensaba en saltarse las normas, ropa, chicos, esas cosas –se sincera.
-¿Qué piensas ahora?- pregunta curiosa.
-Pues que eres amable, simpática, divertida, que estás más loca de lo que yo pensaba, te gusta mucho divertirte, eres inteligente y… no te importa mancharte la ropa viniendo al campo –suelta una carcajada que la chica acompaña.
-Vaya, tenías una opinión de mí bastante superficial ¿no?
-Un poco sí –admite poniéndose rojo.
-¿Te gustaría conocerme más? –pregunta gateando sensualmente hacia él.
-¿C-cómo?- pregunta con dificultad.
-Así –susurra antes de inclinarse a besarlo. Eric ya ha besado a muchas chicas, pero nunca ha tenido un beso como ese. Normalmente son tranquilos, dulces y los lleva él. Ahora es Sarah la que lleva todo el control y no se puede decir que tenga demasiado. Es un beso salvaje, apasionado, que le está haciendo perder la poca capacidad de razonamiento que le queda.
-Deberíamos… parar… -dice cuando se paran a coger aire.
-¿Por qué? –pregunta desconcertada -¿Acaso quieres que lo dejemos aquí?
-Es que no… yo no… tengo nada… de… bueno eso –dice poniéndose rojo otra vez.
-¿Eres virgen? –pregunta con los ojos como platos.
-No, pero bonita reacción –le reprocha.
-No, no, es que bueno, tú, Danni y mi primo habéis estado con muchas chicas por eso me extrañaba, no es que fuese nada malo –explica -¿A qué te referías entonces?
-Que no tengo protección –explica.
-Ah, eso –dice restándole importancia. Saca su cartera del bolso. De uno de los compartimentos para los billetes, saca un preservativo –Problema resuelto, ¿alguno más?
-¿Tú no eres virgen?
-Antes me has dicho que pensabas que yo me preocupaba por los chicos… ¿por qué iba a ser virgen entonces?
-Nunca te he visto con un novio fijo –responde.
-Ni yo a ti con una chica- contesta a su vez.
  Eric se queda sin saber qué decir. La verdad es que está teniendo una actitud algo machista en este momento. Sacude la cabeza para alejar esos pensamientos. Pues claro que no es virgen… es una chica guapísima, con  un cuerpo de escándalo, divertida, inteligente… ¡como si ese tipo de chicas abundasen!
-Si te quedas más tranquilo te diré que sí soy virgen –se sincera.
-¿Y por qué no lo has dicho desde el principio? –la chica se encoje de hombros -¿Seguro que quieres esto entonces?
-Eric, ¡me gustas! No le des tanta importancia ¿vale? Tú me gustas, yo sé que te gusto, ¿no es eso lo importante para tener relaciones? ¿Qué la otra persona te guste? –empieza a desesperarse.
-Técnicamente lo que se necesita es amor –se burla.
-Eric… -lo mata con los ojos. El chico sonríe, la atrae hacia sí y la besa otra vez. Y allí mismo, entre los árboles, ambos terminan su verano. “
  El moreno sonríe al recordar lo vivido. Pero vuelve a ponerse serio cuando recuerda las veces que ella lo llamó y él no le cogió el teléfono. Y para una vez que lo hizo, ahora desearía no haberlo cogido nunca:
“El teléfono había sonado ya tres veces esa mañana. El día anterior tuvo 23 llamadas de ella. Suspira. ¿Qué hacer? Lo del bosque fue genial, para qué negarlo… y ella le gusta muchísimo… pero hay dos inconvenientes. El primero es James, por supuesto. Si le cuenta lo que le hizo a su prima lo mata. James es muy protector, no quiere que ellas salgan con nadie. Ha sido una traición en toda regla. Además hay ciertas normas que un amigo debe respetar. Una de ellas es no acostarse con las hermanas o familiares de tu amigo. Y Sarah es prácticamente su hermana… El otro motivo no quiere ni pensarlo. No podría exponerla a eso… no podría ver su cara de horror y asco. No en la de ella, le gusta demasiado… además, ya lo ha vivido antes. Las chicas no quieren estar con él después de que les cuente eso…
  Mientras piensa el móvil ha sonado dos veces más. Y otra vez vuelve a sonar. Toma una decisión y lo coge.
-Hola –dice.
-Oh, ah… Eric… no esperaba que lo cogieses –suena su voz.
-¿Para qué llamas entonces si no esperas que lo coja? –dice con sequedad. La chica se queda callada un momento.
-Quería hablar contigo –contesta sencillamente –Sobre lo que pasó… como me vine y no… te despediste ni nada… creía que habíamos quedado para vernos por la mañana…
-Sí, ya, pero… bueno yo quería decirte… mira es mejor dejarlo como está ¿no crees? Sólo fue lo que fue, no hay que darle más importancia –cierra los ojos con fuerza esperando una fuerte reacción por su parte… reacción que… no llega.
-¡Oh! Bueno, no es lo que quería oír, pero sí, bueno, no debería esperarme otra cosa viniendo de quien viene… -razona.
-Sarah, lo siento, no debí hacerlo, fue estúpido por mi parte y eres genial, no te lo mereces y…
-Eric para… no… no quiero escuchar eso ¿sabes? No importa en serio… lo dejamos así vale… ya… ya nos veremos en el instituto –y cuelga sin esperar. Eric tiene un nudo en la garganta. ¿Se lo habría imaginado? Nunca en los seis años que llevaba conociéndola… nunca la había oído tan afectada como en ese momento… y sobre todo… nunca la había oído sollozar…”
  El moreno se frota la frente con los dedos. Mira hacia adelante. Su cabellera rubia destaca al lado de la pelirroja de su amiga. Suspira fuerte.
-¿Tiene algún problema señor Johnson? –Drake se ha acercado a él y lo mira con odio.
-No, señor –responde algo intimidado.
-Entonces no le importará contestar a la pregunta que he hecho, ¿no es así? –camina para situarse al frente de la clase.
-Lo siento señor, no estaba atendiendo…
-¡Ah! ¿No estaba atendiendo? Lo sé perfectamente señor Johnson –dice –Si le vuelvo a pillar desprevenido, tendré que pedirle que salga del aula –y antes de que pueda responder, vuelve a lo que estaba explicando.
-Tío –susurra Danni –Estaba muy simpático y de repente, se ha vuelto un borde…
-¿No le habrás gastado una broma sin nosotros no? –pregunta James. Eric niega con la cabeza.
-¿Entonces qué le pasa a Smith contigo? –los tres se sumen en sus pensamientos de nuevo. Drake siempre se había llevado muy bien con los chicos. Incluso les daba ideas para algunas bromas… ¿es que no se acordaba de ellos?

domingo, 24 de abril de 2011

Capítulo 6 - 1ª parte.


-¿Alguna duda de lo que vamos a hacer este curso? –pregunta la profesora.
-¡No! –dice la clase entera. Realmente pocos se han enterado de algo. La mayoría desconectó a los cinco minutos.
-Genial, pues os dejo con Drake, mucha suerte a todos –les desea y sale de la clase. Danni y James se miran confusos. Miran a Eric que está sentado en la misma mesa que ellos.
-¡Eric! –susurra James -¿Por qué se ha ido la urraca?
  La urraca es el mote que de su profesora desde hace treinta años, que fue cuando entró a trabajar en Noshville.
-No he podido enterarme porque no parabais de hablar –les reprocha. James refunfuña un poco, rompe una hoja de su libreta, hace una pelota y se la tira a su prima, que lo mira con odio. Sabe que no se han enterado, hasta ella los ha escuchado reírse.
-Algunas clases nos las va a dar Drake para que vaya practicando –explica.
-Eres un sol –le agradece. Sarah rueda los ojos y vuelve a prestar atención. Los chicos vuelven a su conversación.
-Por cierto, tengo que hablar con vosotros –dice James.
-¿Qué pasa? –pregunta Danni.
-Esta tarde tendréis que explicarme por qué tú besaste a mí prima y por qué tú te acostaste con la otra –dice señalando a Danni y Eric respectivamente, mientras los mira inquisitivamente.
-No hay nada que explicar –Danni intenta huir.
-Sí, James, ya te dijimos que no fue nada –replica Eric.
-Me da igual, me lo vais a contar –exige. Los otros dos se callan. ¿Cómo van a poder explicárselo? Ambos sabían lo que había hecho el otro, pero no se atrevían a contárselo a su amigo. Con sus primas podía ser muy protector. Aunque ellas eran de ese tipo de chicas que si se echaban novios eran muy estudiosos, responsables, simpáticos y divertidos. Nadie tendría quejas de ellos. Excepto James, que hizo de todo para que las chicas cortasen con ellos. Y no sólo sus primas. También fastidiaba las relaciones de Lucy, aunque ninguna de las tres se había dado cuenta... en la mayoría de las ocasiones.
  Danni se sumerge en sus pensamientos. Recuerda esa noche como si hubiese sido la anterior. “Era una de esas en las que se quedaban solos en la torre. Todos se habían ido a dormir. Él estaba echado en uno de los sofás y Ashley estaba sentada con las piernas cruzadas en la alfombra mientras pintaba.
-Y entonces se empezó a acercar a mí y me dijo: “¿Sabes qué? Me gustará jugar con tu lengua el sábado…” ¡Y se fue! ¿Te lo puedes creer?
-Guau Danni, una de chica de cuarto… es todo un logro –sonríe la chica.
-Sí…
-No pareces contento –Ashley levanta la vista de su dibujo para mirar a su amigo que está con el ceño fruncido.
-No, no, sí lo estoy, es sólo que… -se levanta y se sienta en la alfombra con ella -¿Puedes guardar un secreto?
-¿Otro más? –le recuerda.
-Sí, pero éste es más fuerte –informa- Yo… yo nunca he besado a nadie.
  La chica se queda con ojos como platos.
-¡No puede ser!
-Ssh, te van a oír todos –le suplica- Es cierto, nunca he besado a nadie.
-Pero James y Eric y… bueno todo el colegio dice que eres muy bueno –dice perpleja.
-Bueno, un par de amigas me hicieron el favor, pero es mentira… ¿Tú me harías un favor? –le pide de repente.
-¿Quieres que aumente tu fama?
-No, no, quiero que la crees –le dice sonriente.
  Lo mira. No entiende nada. El chico suspira y le coge la mano.
-Eres mi mejor amiga –empieza –Siempre pensé que, cuando diera mi primer beso, sería con alguien que me gustase que me hiciese sentir… no sé… cosas en el estómago… esas chorradas que dicen los cursis.
  La chica arquea las cejas.
-Ya me entiendes… lo que quiero decir es que siempre se dice que el primer beso es importante, que tiene que ser especial, que es el que se recuerda y… no podría imaginármelo con alguien más especial que contigo –le acaricia la cara.
-Pero… pero… Danni… tú y yo… no somos… quiero decir… -el color de su cara no tiene nada que envidiar al de un tomate –Que tú a mí no me… no me…
-Ah, no, no, no, no, no – se apresura el chico al saber por dónde va – Sólo quiero que mi primer beso sea contigo no quiero nada más.
-¿Y por qué no se lo pides a la chica con la que vas a salir? –pregunta confusa.
-Porque a ella no la conozco, sólo me quiere para ver si es verdad que beso bien –explica- No quiero que sea con una tía así Ash…
-Yo…
-Si no quieres no importa, entiendo que tu primer beso también tiene que ser importante, y será con quién tú quieras –dice con tristeza.
-No, no, está bien –contesta.
-¿En serio? ¿Lo harías? –Ashley asiente con la cabeza. Danni recupera su alegría. La coge suavemente por la cara y la atrae hacia sí. Ladea un poco la cabeza y ambos van cerrando los ojos. Hasta que sus labios se unen. Empiezan como los novatos que son. Es un beso torpe pero cargado de sentimientos. Sentimientos que ninguno de los dos sabían que tenían. Sentimientos que no entienden y en los que no volverán a pensar hasta mucho tiempo después. Es Danni el que lleva el beso. Él se encarga de profundizar un poco, no demasiado. Poco a poco, intentando que Ash no lo rechace, introduce un poco su lengua. Pero no sólo no lo rechaza sino que ella también entra en el juego. Cuando la falta de aire empieza a ser agobiante se separan.
-¿Qué tal?- pregunta el rubio.
-A mí me ha gustado –dice un poco atontada.
-Sí a mí también –ríe.
-¿Y ahora? –pregunta.
-Supongo que debería practicar más –suelta una carcajada. Ella lo sigue. Y vuelven a besarse. Una y otra vez. Hasta la madrugada.
-Oye Ashley –la llama Danni cuando la chica ha empezado a subir las escaleras hacia su dormitorio –Muchas gracias. Ha sido increíble.
-No hay de qué –sonríe.
  El chico se queda un rato más. De vez en cuando se pasa los dedos por los labios, aún rojos. No se le quita el sabor de los labios de su amiga. Sonríe tontamente antes de ir a dormir… “
 ¿Cómo podría explicarle a James que besó a su prima para que otra chica no se diese cuenta que no sabía besar? No quería que le golpease como a Eric.
  Mientras tanto, Eric tenía sus propios problemas. Él no tenía ninguna excusa, Danni era prácticamente un crío pero él… había sido hace un mes, no más...

lunes, 11 de abril de 2011

Capítulo 5

Primer día de curso. Una sirena resuena por el castillo. Es el primer aviso para que los estudiantes vayan a desayunar. Adolescentes adormilados intentan vestirse y arreglarse. Al fin y al cabo, tienen que tener buena cara el primer día. Llegó la hora de reencontrarse con los compañeros y, tristemente, con los profesores. Los profesores de Noshville, tienen fama de ser los más estrictos. Los mejores, eso sí.

En la habitación de las chicas reina el caos. Pantalones, faldas, camisetas… la ropa se amontona en las camas. Curiosamente, sólo una de ellas es la que está causando tanto alboroto. El primer día no se lleva el uniforme.

-¿Qué os parece esto? –Sarah le enseña lo que ha elegido a sus amigas.

-Está muy chulo Sarah –responde Lucy.

-Has dicho lo mismo de los tres últimos modelos Lu –le reprocha.

-¡Voy a morirme de hambre! ¡Ponte lo que sea! –Alice se desespera. Lleva lista media hora.

-Ya voy, ya voy… será impaciente la tía… Además, Ash sigue dormida, despiértala primero –La rubia empieza a cambiarse. Alice resopla y se dirige a la cama de su amiga. Es la más dormilona. Siempre pasa lo mismo.

-Ashley… hay que levantarse –la zarandea. Nada, ni siquiera se inmuta. Tendrá que utilizar las mismas técnicas que siempre. –Vamos Ashley por favor…

Ni un suspiro. La chica va al baño. Vuelve con un vaso lleno de agua. Con cuidado, lo vierte sobre la cara de su amiga, que se despierta de un salto.

-Buenos días dormilona –Lucy la saluda risueña.

-Hola –se frota los ojos –Jolines Alice, estaba soñando…

-¿No será con…? –empieza Lucy.

-No, a no ser que tú hayas estado soñando con mi primo –ataca rápidamente. Ha conseguido lo que quería. La pelirroja se pone de morros y no sigue insistiendo. La verdad es que sí, soñaba con él. Pero antes muerta que decirlo en voz alta. Ni que ella fuese una desesperada.

-Estoy lista, vamos –Sarah completamente arreglada sale de su baño. Cada habitación dispone de cuatro baños pequeños, uno por cada componente de la habitación.

Ashley apenas tarda unos minutos en vestirse. Llegan a desayunar antes de que suene la segunda alarma. En el comedor hay poca gente. Normalmente, todos llegan después del segundo toque. Cuando van por la mitad del desayuno lo oyen. Efectivamente, todos los estudiantes empiezan a entrar rápido para desayunar. El siguiente toque será para ir a clase. Los chicos entran los últimos. Desgraciadamente para Lucy, se sientan con ellas.

-Buenos días a todas –saluda Danni. Le da un beso a Ashley en el pelo. Lo hace desde que eran pequeños. Claro que ya no tenía el mismo significado para los dos. La chica le sonríe de vuelta.

-¿Qué tal habéis dormido? –pregunta James.

-Creo que sigo en una pesadilla, si no tú no estarías aquí –responde Lucy mordaz.

-¿Y no será que has soñado conmigo esta noche y no te querías despertar? –pregunta con picardía. Además le guiña un ojo. Hecho que no pasa desapercibido por las chicas de alrededor, que suspiran con envidia.

-Te lo acabo de decir… he tenido una pesadilla –deja de prestarle atención. No cree que merezca tanto.

El desayuno transcurre relativamente en calma, si no cuenta el hecho de que, a mitad, Ashley cayó dormida encima de sus cereales y tuvieron que sacarle la cabeza del cuenco para que no se ahogara. Aun así siguió dormida.

El tercer toque suena. James hace ademán de rodear la mesa para coger a su prima, pero Danni lo detiene.

-No te preocupes, yo la llevo –la coge en brazos. Van saliendo del comedor cuando…

-Hola Danni –una chica rubia de bote, se aproxima a él.

-Adelantaos, ahora voy –dice con Ashley aun en brazos. Sus amigos se van.

-Me preguntaba cuando íbamos a… repetir lo de la última vez –dice coqueta.

-Bueno Mel, estaba a punto de llamarte –le sigue el juego. En ese momento Ashley se despierta. Mira un poco a su alrededor confusa.

-¿Qué demonios pasa? –pregunta.

-Andrush, guapa, ¿por qué no te pierdes un ratito? –pregunta la rubia, enfadada por la interrupción- Danni y yo hablamos de cosas importantes.

-Oh, por supuesto –se suelta con fuerza de los brazos de su amigo- Ya me llamarás cuando quieras algo –se dirige a Danni.

-Vamos Ash… -está enfadada y él lo sabe- No te piques. Mira hacemos una cosa. Mel, ¿quedamos esta noche de acuerdo? Ahora Ashley y yo nos vamos a clase… ¿Ashley?

La castaña se queda de piedra. ¿Quedar? ¿Esa noche? ¿Es que acaso ha olvidado su día especial? Cada año, la segunda noche que pasan en el castillo, Danni y ella se quedan hablando en la salita, a solas, de sus cosas. Los demás respetan esa tradición y se van a dormir pronto… ¿y él la olvida? Se siente furiosa… indignada… Lo mira con reproche y sale del comedor corriendo. Pronto alcanza a sus amigas, que entran en clase. Se sientan en sus sitios de siempre. Más o menos en medio de la clase. Los chicos se sientan al final. Allí pueden armar alboroto sin que se les vea mucho. Danni entra corriendo. Se dirige a la mesa de su amiga.

-¿Qué te pasa? -pregunta- ¿Te he hecho algo?

-Piérdete idiota, no tengo nada que hablar contigo –le reprocha.

-Pero Ashley…

-Que te vayas –replica.

Normalmente nunca le habla así. Sólo cuando está realmente enfadada. Y no suele enfadarse. Al menos no con él. Se sienta en su sitio.

-¿Qué le pasa a Ashley? –pregunta Eric.

-No lo sé… Estaba hablando con Melanie, le he dicho que esta noche quedábamos y así podía venirme con Ashley a clase y entonces…

-¿Has quedado con Melanie? –pregunta James asombrado -¿Esta noche?

-¿Es que no te acuerdas? –pregunta Eric.

-¿Qué pasa? –pregunta asombrado- ¿Esta noche? Esta noche… esta noche… -piensa. De repente pone cara de horror -¡Oh, no! ¡Mierda!

-Te ha costado ¿eh?

-Mierda, mierda, mierda, normal que esté enfadada llevamos haciéndolo seis años y… esta iba a ser la última vez y… oh, mierda –se golpea la cabeza contra la mesa.

-Bueno, sólo tienes que pedirle disculpas –razona Eric.

-¿Disculpas? No las va a aceptar… ella siempre me echa en cara que no paro de ligar, que las tías son lo más importante en mi vida –se lamenta- Una vez me llegó a decir que las quería más a ellas que a ella misma. Y yo le dije “no, tonta, nadie será más importante para mí que tú”…

-Entonces estás en un lío- dicen James y Eric a la vez. Danni refunfuña pegado a la mesa algo así como un “gracias por vuestra ayuda”. Sus amigos le dan unas palmaditas en la espalda. En ese momento, entra la profesora de Matemáticas.

-Buenos días alumnos –saludo seria – Bienvenidos un año más a Noshville. No hace falta que os diga que este año será el más importante en vuestra estancia aquí. Además, este año habrá cierta… novedad.

Se produce un revuelo en la clase. ¿Novedad?

-No daré la clase sola. Dado que hay ciertos alumnos que presentan dificultades con mi forma de explicar… - el murmullo vuelve. Claro que hay problemas. Se explica menos que un libro cerrado- Alguien vendrá a ayudarme. Quiero que le deis la bienvenida a Drake Smith.

Los alumnos aplauden mientras el chico entra. Todos excepto una persona. Alguien que mira con ojos de horror cómo el chico de sus sueños entra en la clase y se pone frente a ellos.

-Drake es un gran ejemplo para todos… –la profesora continúa hablando, pero ya nadie la escucha. Tampoco Drake. Tiene los ojos fijos en un grupo de alumnos que sin duda van a causar muchos problemas. Y en ella. Ella a la que creía diferente. Ella que tampoco le quita la vista de encima. Es probable que estas clases vayan a costarle un poco más de lo que él había imaginado. Pero no. No se dejará amilanar. Ha trabajado mucho para llegar hasta ahí. Aunque su gran incentivo siempre ha sido ella. Ganará ese trabajo como se ganará a sus alumnos. Y ella caerá a sus pies. Ella. Alice Osment.

martes, 5 de abril de 2011

Capítulo 4

-¡Por fin! –Exclama Ashley echándose sobre el sofá de la salita -¡Estoy llenísima!

-Esos modales –le reprocha Lucy.

Danni se ríe y se sienta al lado de su pequeña “hermanita”, la cual aprovecha para echarse encima de él. James va a sentarse al otro lado.

-¿Qué podemos hacer? Ya son las siete, no vamos a poder salir –pregunta.

-¿Jugamos a algo? –propone Alice.

-¡Lo tengo! ¡Juguemos a verdad o atrevimiento! –exclama Sarah.

-Yo…no sé… -dice Ashley.

-Venga ya, no seas cobarde –dice Danni.

-Muy bien –dice enfadada. ¿Qué se cree? ¿Qué no se atreve o qué?

-Yo tengo una botella de agua, podemos vaciarla y aprovecharla para jugar –comenta Lucy.

Se colocan todos en círculo alrededor de la botella. Alice la gira y señala a….Danni.

-Muy bien, juguemos duro –dice Alice- ¿con quién fue tu primer beso y cuándo?

Danni se pone rojo, lo que hace que los demás sonrían. Excepto alguien que también está pasando un mal trago. Cierra los ojos y arruga la cara, esperando la respuesta de su amigo.

-Fue en tercero y…con Ashley –dice en voz baja.

-¡Pero tío! –exclama James sorprendido- ¡Que es mi prima! ¿Cómo has podido? ¡Que soy yo el que la cuida!

-¡Relájate! –exclaman Ashley y Sarah.

-A ver ¿cómo fue? –pregunta James aun enfadado.

-Estábamos los dos solos, era de noche, no podíamos dormir, por algún motivo estábamos muy cerca y por un impulso nos besamos –explica- Pero ya está… no fue nada James, colega te lo juro.

James parece más aplacado pero esa historia no ha terminado, seguro. Sin embargo para Ashley las cosas no van bien. Le ha dolido lo de “no fue nada”. Ya de paso, podía haber dicho “sólo la besé para que no se sintiera rechazada” Suspira un par de veces para que las lágrimas se vayan de sus ojos. Por liberar el ambiente de tensiones, Eric gira la botella. Le toca a Lucy. Visto lo visto con las preguntas prefiere atrevimiento.

-Muy bien, ¿qué reto le ponemos? –los chicos se reúnen y cuchichean por lo bajo -¡James! ¡Eso no!

-¿Por qué no? Sería todo un reto para ella –se queja el rubio.

-Haced lo que queráis –suspira el chico –Lucy…tu prueba es…besar a James.

-¿¡Cómo?! ¡Ah, no, de eso nada! ¡Tengo mejores cosas que hacer que besar a un cenutrio! Este juego no es así, no hay besos –se cruza de brazos.

-Uy, uy Lucy, no me digas que prefieres perder antes que darme un beso –dice James.

-Prefiero perder toda mi vida –le reprocha.

-Vamos, Lucy… tiene fama de que besa muy bien –sonríe pícara Alice.

-¿Qué dices loca? Nada, nada, que no.

Después de muchas súplicas por parte de todos, la pelirroja acepta con la condición de que nada de lengua y que si alguien se enteraba de eso, los perseguiría uno a uno y los mataría a todos.

James se pone en pie. Ella lo imita. Se acercan. Él la mira a los ojos. Por fin, por fin, iba a conseguirlo. Y sus labios se unen. Él la coge por la cintura… y ella lo separa.

-¿Qué haces? –pregunta el chico confundido. Nunca antes le habían apartado durante un beso.

-Ahí tienes tu beso –responde la chica secamente.

El rubio refunfuña un poco. Ashley gira la botella. Le toca a Sarah.

-¿Verdad o atrevimiento? –pregunta.

-Umm…verdad.

-Muy bien… ¿cuándo y con quién perdiste la virginidad? –Estaba deseando hacerle esa pregunta. Sabe que su hermana ha perdido la virginidad ese verano, pero no quería decirle con quién.

-¡Ashley! –le reprocha.

-¿Qué dices Ash? Tu hermana es virgen tontaina –ríe James. Nadie lo mira –Porque…eres virgen, ¿verdad?

La chica niega con la cabeza. Espera la reacción de su primo… que no tarda en llegar.

-¿¡Cómo?! ¿¡Cuándo?! Sarah Andrush… ¿En qué demonios pensabas?

-Oye, para el carro señorito, no eres mi padre –le reprocha- Además, no pienso contestar a eso.

-¡Ah, no! ¡Ahora contestas! ¿Quién es ese miserable que te ha violado?

-¿Violado? No digas tonterías, nadie me ha violado –suspira cansada- ¿Seguro que quieres saberlo? Mira que te puedes arrepentir.

-¡Que me lo digas! –los ojos de James relampaguean de furia. Ashley se arrepiente de su pregunta en cuanto Sarah mira a Eric. El chico asiente con la cabeza.

-Ha sido este verano y con… Eric –cierra los ojos con fuerza esperando el chaparrón.

-¿Eric? –el chico se vuelve hacia su amigo -¿Es cierto?

-¡Te juro que no lo estaba pensando! ¡Ni me di cuenta! –se excusa.

-¿Me puedes contar cómo no te diste cuenta de eso? –pregunta suavemente.

-Pues… pues…

No le da tiempo. El puño de James impacta en su ojo que se pone rojo al momento.

-¡James para! – Danni coge a su amigo por detrás.

-Ahora estamos en paz –dice tranquilamente mientras ve cómo su amigo se levanta.

-¿Cómo que en paz? ¿Te has vuelto loco? –Sarah ayuda al chico a levantarse- ¡Soy mayorcita para saber lo que hago y con quién!

-Puede, pero él es mi amigo y no debió hacerlo –contesta con calma –Ahora ha aprendido la lección, no volverá a hacerlo y yo que soy muy buen amigo lo perdono.

-Vaya gracias, buen amigo –contesta con sarcasmo Eric.

-No hay de qué hombre –sonríe y lo abraza por los hombros -¿Me toca a mí girar la botella?

Sin esperar la respuesta, gira la botella que apunta a… Alice.

-Prefiero reto –contesta rápidamente.

-Muy bien… pues besa a Eric.

-Dejaos ya de besos –contesta Lucy de mal humor.

-No, no, necesito saber que a Eric no le gusta mi prima así que si es así besará a Alice y así yo estaré más tranquilo –explica James.

-No sé por qué estarás más tranquilo con eso –contesta Sarah.

-¿Qué más da? Es su reto, así que Alice, venga.

-Eres odioso James –replica Lucy. El chico le tira un beso en respuesta.

Alice se levanta, ayuda a Eric a levantarse y lo besa. Tampoco es que tenga tanta importancia para ella, tiene claros sus sentimientos. Pero un ruido los separa antes de tiempo. La puerta se ha abierto y parado en frente de ellos está el nuevo ayudante del director, el tal Drake.

-Vaya, no sabía que hubiesen cambiado las normas del colegio –dice furioso.

-Y no lo han hecho –contesta Danni confuso.

-Entonces, vosotros dos no podéis estar haciendo eso –explica.

-Las normas no dicen nada sobre besos –dice Lucy. Ella nunca rompe las normas si puede evitarlo. Se las sabe muy bien.

-Seguro que si le cuento al director que dos alumnos se estaban exhibiendo delante de sus compañeros, no opinará lo mismo que usted señorita –replica.

-Nadie se estaba exhibiendo… era un juego y nosotros… -intenta Eric.

-Me da igual –dice en tono cortante- Que sea la última vez que esto ocurre.

Da media vuelta y sale dando un portazo. Todos se miran entre sí. ¿De qué va este? Todos menos Alice. Ella mira hacia el suelo. No se lo puede creer. De todas las personas que podían haber entrado por esa puerta… ¿Qué pensará de ella ahora? Cuando se fue, casi eran amigos, prácticamente. Todo lo que había logrado se ha ¿esfumado? Sin decir nada, sube a su dormitorio. Sus amigas la seguirán en cuento se den cuenta. Se tira en su cama y abraza su almohada. Ya no está tan segura de querer volver a ese colegio. Nada tiene sentido…