lunes, 9 de mayo de 2011

Capítulo 8


  Tras la hora de la comida, la biblioteca se hallaba desierta. O al menos, eso parecía. Lucy se hallaba sentada en una de las mesas del fondo. Su mesa. La que había usado durante siete años. Era la única de sus amigas que pasaba el tiempo allí. Compartía con Ashley la afición por la lectura, pero ésta prefería leer en su habitación. A Lucy le relajaba ese lugar. Allí había hecho amistad con Eric. A él también le gustaba mucho leer y estudiar en la biblioteca. Pero, en esos momentos, debería estar jugando al fútbol o algo con sus amigos. Y la chica lo prefería así. Estaba bastante concentrada.
-Lucy… -una voz detrás de ella hizo que le recorriese un escalofrío. Llevaba meses sin oírla.
-Steve, ¿qué haces aquí? – pregunta frunciendo el ceño.
-Este es un sitio público ¿no? –contesta a la defensiva. En cuanto salen las palabras de su boca, se arrepiente. Venía dispuesto a hacer las paces. Otra vez.
-Tienes razón, será mejor que vuelva a lo mío –dice de forma fría.
-No, por favor, Lucy, quiero hablar contigo… -la chica lo mira, pero no tiene intención de decir nada –Quería pedirte disculpas.
-¿Por qué piensas que las aceptaré? Ya me dejaste muy claro lo que pensabas de mí –Steve y ella habían ido al mismo colegio antes de entrar en Noshville. Siempre se habían llevado bien. Pero al entrar al internado todo cambió. Steve escogió unos amigos que no aceptaban a la gente como Lucy, gente con beca. Ellos eran todos de familias muy adineradas y básicamente su futuro estaba resulto. Siempre se habían burlado de los que no eran como ellos. Y Steve comenzó a hacerlo también. Cuando era más pequeña, Lucy comprendía que no quería quedarse sin amigos… pero hacía un par de años, algo había cambiado. Steve había cometido el error de hacer de la pelirroja el blanco de sus burlas. Eso no pudo soportarlo. Se dio cuenta de que si su amigo elegía ese camino era porque quería. Había muchos chicos/as de familias adineradas que no despreciaban a los demás como él. Desde ese día, ella se había negado a hablarle y a volver a ser su amiga.
-Te lo dije, no sé qué me pasó… La culpa fue de Andrush, Blammer y Johnson… ellos tienen la culpa de todo –dice a la defensiva.
-Ellos no fueron los que se burlaron de mí –responde escueta.
-Me provocaron –le recuerda.
-Y yo te defendí… me puse en contra de mis propios compañeros por ti…
-Ellos son insoportables, siempre se están burlando de mí, haciendo bromas y no se toman nada en serio… ¿y qué pasa con Andrush? Creía que lo odiabas –la mira con el ceño fruncido.
-¿Qué pasa con él?
-Desde que llegamos, pasáis mucho tiempo juntos –dice enfadándose.
-Llevamos aquí dos días –le recuerda.
-Y aún no le has gritado delante de todo el mundo, como sería lo habitual… ¿No será que te gusta?
-Me importa un pimiento todo lo que me estás diciendo y si me gusta o no, ya no es asunto tuyo –se gira dándole la espalda –Si no te importa, estaba haciendo cosas.
-¡No puede ser! ¡Has caído! ¡Te va a usar como usa a todas las chicas del colegio! ¡Eres una estúpida! –grita fuera de sí.
-A ti eso no te importa –susurra la chica con furia.
-¿Algún problema Lucy? –Eric y James acababan de entrar a la biblioteca cuando han visto a Steven con la chica.
-Nada, Eric –responde seca.
  Los dos chicos miran al otro con cara de malas pulgas.
-¿A qué esperas para irte Parker? – pregunta James.
-Tú no tienes derechos sobre mí Andrush –responde el otro de igual forma.
  James y Steven siempre se han llevado mal. Desde que se vieron en el autobús por primera vez. Es una antipatía mutua. Por supuesto, James siempre le tuvo muchos celos porque él podía estar bien con Lucy y la chica nunca le había dado esa oportunidad a él. Con Danni y Eric también se llevaba mal, pero no tanto como con el otro chico.
-Basta los dos –exclama la pelirroja harta –Steven vete, no tengo nada que hablar contigo.
-¿Ahora lo defiendes? –pregunta sorprendido.
-Te ha dicho que te vayas –dice James con furia.
  Steven mira por última vez a la chica y se marcha furioso. Los otros dos se dejan caer en las sillas, a su lado.
-¿Estás bien? –pregunta Eric preocupado.
-Sí, no te preocupes –sonríe -¿Qué haces aquí Andrush? Creía que no sabías que la biblioteca existía.
-¿Te fijas en lo que hago Adams? Eso es que me quieres –responde feliz. La chica rueda los ojos en señal de exasperación –Ya que te interesa tanto, sólo estoy aquí porque quería hablar contigo.
-¿Sobre qué? –Eric se levanta a buscar un libro, dejando intimidad a su amigo.
-De nuestros sentimientos –responde sonriente.
-¿Sentimientos? ¿Qué sentimientos?
-De lo que sentimos el uno por el otro pelirroja de mis sueños –responde.
-¿Sentimos? A ver Andrush… tú y yo no sentimos nada ¿de acuerdo? Es más, me caes mal, muy mal, creo que te lo he dejado claro todos estos años…
-No digas eso que me partes el alma –declara de forma teatral.
-¿Lo ves? No puedes tomarte nada en serio –dice enfadada.
-Claro que puedo. Sal conmigo –dice muy serio.
-¿Qué? –la chica se desespera. ¿Acaso no la escucha cuando habla?
-Que salgas conmigo –repite.
-Vamos a ver… pon las cartas sobre la mesa. Yo no te gusto, sólo quieres que me líe contigo para que todos sepan que por fin he caído. Quieres que sepan que eres el mejor en cuestión de tías, que no se te resiste ninguna, ¿no es cierto?
-No, me gustas.
-¡No te gusto! –grita exasperada.
-¡Claro que sí! –exclama indignado –Me gustas mucho.
-Mira, estoy harta ¿entiendes? ¡Harta! Yo no te gusto, sólo te interesas por mí porque no quiero salir contigo y escúchame bien, ¡nunca saldré contigo! ¡Antes prefiero salir con un caracol! –recoge sus cosas a toda prisa y se marcha.
-Te dije que tenías que ser tú mismo –dice Eric desde detrás.
-Es que cuando estoy con ella no me sale –responde con tristeza.
-Tienes que intentarlo… Si de verdad quieres a esa chica, tendrás que currártelo –le palmea la espalda.
-Sí… -dice cabizbajo- ¡Un momento! Tú eres su mejor amigo ¿verdad?
-Oh, no, ¿qué estás pensando? –pregunta con miedo.
-Tú podrías hablarle bien de mí y decir que soy genial, encantador, inteligente, valiente, leal…
-¿Y que parezca que me gustas? –pregunta de forma irónica.
-Muy gracioso –responde- Además podrías decirme cosas sobre ella.
-¡Ah, no! Eso sí que no, lo que ella me cuenta no puedo decírtelo, eso sería traición –recoge sus cosas.
  Ambos salen de la biblioteca. Eric primero mientras su amigo le sigue intentando que le diga algo sobre su futura chica.

2 comentarios:

izzy dijo...

me encanta tu blog !! xD
cuando subiras el proximo cap ?
PD: xq no pones un chat ?

Kairix dijo...

Hola!!
Muchas graciaas =)
Pues intento subir casi todas las semanas, el capítulo 9 lo acabo de poner ^^
Un chat?? Pues no se me había ocurrido... lo intentaré =P